Este fin de semana fui a
Pamplona, para estar por primera vez en los San Fermines. Es una escapada que llevaba mucho tiempo con ganas de hacer y, al surgirme este año la oportunidad, no lo dudé. Desde luego que el año que viene intentaré repetir, si pudiera ir al chupinazo...
Obviamente, llegando el viernes por la noche lo primero que hice fue cenar algo y salir de fiesta. No me había agenciado yo todavía el "uniforme" de San Fermín, pero daba igual, porque lo que contaban eran las ganas de salir y ver todo aquello.
Fue salir a la calle y empezar a ver todo a rebosar de gente, en todas las calles había un río blanco y rojo. Me sorprendió especialmente que por la calle había música a un volumen considerable y que todo el mundo podía beber en la calle tranquilamente. Al día siguiente comprobé como esto no ocurre sólo de noche, si no durante todo el día. En cualquier lugar de la ciudad te puedes encontrar a una banda tocando y un montón de gente alrededor cantando y bailando, como podeis ver en la siguiente foto:

Esto por ejemplo es algo que hecho de menos en Salamanca, donde en fiestas las casetas que ponen en la calle están cerrando y apagando la música a la una de la mañana. Si le dieran un poco más de márgen daría mucha vidilla a la fiesta.
Otra cosa que me sorprendió bastante es que la gente bebía en la calle y luego se llevaba la bebida a las discotecas y a los bares. Nadie dice nada ni pone pegas. Creo que en las dos semanas que dura San Fermin está permitido casi todo y me parece de puta madre, porque en ese sentido en Salamanca se pasan y acaban consiguiendo unas fiestas sosas y desaboridas. Así consiguen que toda la ciudad está absolutamente repleta.
Los negocios y la gente de allí se adaptan a la fiesta para sacar tajada: hoteles a rebosar, hay familias que alquilan habitaciones, los chinos vendiendo cartones de vino a 2€, los bares y discotecas te cobraban 9-10€ por un litro de cerveza...pero bueno al fin y al cabo es normal, en los 8 días que dura San Fermín deben sacar un auténtico pastizal. Los bares se adaptan a esto, así por ejemplo la cafetería Iruña, que es el típico café bohemio del siglo XIX en el centro de Pamplona se convierte en una especie de discoteca 24 horas al día:

Otra zona de fiesta en el centro es Jarauta, donde se encuentran las peñas (absolutamente a rebosar, como no). Luego como no, la calle Estafeta, por donde pasa el mismísimo encierro. Y al final de la calle Estafeta, junto a la plaza de toros, están las carpas de la cuesta de Labrit.

Estas creo que son las zonas de fiestas más típicas para San Fermín, aunque como ya he dicho el ambiente se respira en cada rincón de la ciudad, 24 horas al día. Desde luego es una escapada que merece mucho la pena hacer.
Eso sí, uno de los mejores consejos que me dieron para salir de fiesta en San Fermín: no te pongas ropa que te guste porque va a ser de usar y tirar, ¡Qué gran verdad! Todo el mundo está desfasado y el calimocho vuela. Me compré unos pantalones blancos el sábado por la mañana y no duraron ni 24 horas (adjunto foto :-)

talugo